Las 5 peores obras que me dejaron ciego este 2024
Esta es la primera vez que hago un listado y quisiera hacerlo desde la comodidad de mi blog. Aquí puedo echarme para atrás cuando se me plazca.
Por el contrario, a lo que da entender el título, tampoco estoy satanizando las siguientes obras, ya que son propuestas que quizá puedan ir en contra de nuestros gustos. Dos situaciones que, a mi parecer, siempre significan beneficio personal. No seamos policías. Sin embargo, eso sí, soy creyente de que el arte (si quieres decirle así) debe tener fuerza o “potencia”, como reitera Giorgio Agamben.
El arte (escritura) en los mejores casos es incómodo.
Diarios de Andy Warhol, Edición Pat Hackett
Es difícil escribir sobre diarios porque llegamos al mismo dilema. Fuera de
la vida de los autores ¿qué hace de un diario una buena lectura? Consideremos
que los diarios suele ser una extensión del autor, donde, como hemos
visto en Montaigne, no suelen tener las reflexiones punzantes acostumbradas,
son impresiones frente hechos estrafalarios. Pero incluso en la
cotidianidad hay encuentros relevantes. Imágenes poderosas que nos hagan pensar
que a veces el simple acto de existir nos deje cierta impresión poética.
Andy Warhol es una persona extremadamente aburrida. Es frívola hasta el
cansancio. Hay días especiales donde Warhol nos enseñan mucho sobre el proceso
creativo de un artista relevante, pero no hay más que eso.
El libro negro
de la nueva izquierda: ideología de género o subversión cultural, Agustín Laje Arrigoni y Nicolás Márquez
Con esta lectura quise colocar en tela de juicio esa frase que dice:
“siéntate con un nazi, y habrá dos nazis en la mesa”. Confieso que esta lectura
fue por convicción propia, sí, pero motivada por la noticia de un supuesto
atentado en la presentación del libro y por los detractores quemando las
ediciones. Aun no siendo una persona
adusta en el tema, puedo aseverar que hay ciertas narrativas que me parecieron
someras. Es un libro subjetivo que reposa en los lineamientos contra
ideológicos. Hay lecturas más ad hoc para este tipo de temas. Fue un parloteo
twittereano. Es decir, perdí el tiempo.
Boku No Hero Academia, Kohei Horikoshi
Antártida, Fabián Espejel
Entré a la librería un sábado. Estaba ahí un trabajador acomodando los
libros nuevos que habían llegado. El colega, al mirar que levanté el libro, me
hizo una pregunta: ¿qué llevarías a una expedición a la Antártida? Le dije que
no sabía. Él presionó. “Yo me llevaría un buen café”. Entonces miré la edición
y le respondí: creo que una Nintendo portátil o algo así. Dije lo primero que
se me ocurrió ya que era una pregunta extraña.
Antártida es un buen libro. Pero ya más en el claroscuro doméstico que habita
en mi computadora y sin presiones de segundos o terceros, ¿Qué llevaría en un
viaje a la Antártida? Definitivamente, si hay algún objeto que pudiera llevar a
los confines del mundo jamás sería este libro.
Subnautica, Unknown
Worlds Entertainment
El problema principal radica en la continuidad de la historia. La premisa
estaba ahí frente a mí. Fue otorgada. Era obvia. Entonces, estuve creando una
fortificación por casi una semana. El
terror psicológico, los espacios vacíos, la talasofobia fueron un rasgo
disfrutable. Estuve perdido en un planeta desconocido. Me aburrió.